Existen muy pocos registros acerca del rol que desempeñaban las mujeres de la casta Samurái en el Japón feudal, fuera de la la idea clásica de la esposa sumisa que cuida y administra el hogar (la llamada Okugatasama), no hay duda de que las mujeres tenían gran influencia sobre las decisiones políticas del país y en casos aislados hasta llegaron a gobernar por breves períodos de tiempo pero pocos conocen la figura de la Onna Bugeisha, la contraparte femenina del Samurái.
Las mujeres que pertenecían a la casta guerrera tenían gran preparación en materia financiera y administrativa pues se hacían cargo de todas las propiedades mientras sus esposos estaban en la guerra, pero también eran entrenadas en el uso de diversas armas tradicionales como la Naginata (una especie de alabarda, parecida a la lanza pero con una hoja curva en lugar de punta), el Tanto, el Kaiken (dos tipos de dagas) y por supuesto la Katana, puesto que era necesario que pudieran defender su hogar en algún caso de emergencia extrema. Así surge la figura de la mujer guerrera Onna Bugeisha que en muchos casos no solo adaptó un rol de protectora del hogar, si no que participó activamente en diversos conflictos armados. Un ejemplo es Tomoe Gozen, concubina de Minamoto no Yoshinaka, quien se menciona en el relato épico japones de los Heike (Heike Monogatari):
«Tomoe era especialmente bella de tez blanca, cabello largo y lindas facciones. Era también una habilidosa arquera, y como espadachín era un guerrero que valía por mil hombres, lista para enfrentar a demonios o a dioses, montada o a pie. Cada vez que la batalla era inminente, Yoshinaka la mandaba como su primer capitán, con esplendorosa armadura, una portentosa espada y un poderoso arco; y ella realizaba más proezas que cualquiera de sus demás guerreros»
Este no era un caso aislado, gracias a investigaciones arqueológicas recientes demuestran que las mujeres llegaron a conformar hasta una tercera parte de los ejércitos japoneses, según lo confirman los hallazgos de varios campos de batalla antiguos. En la batalla de Senbon Matsubaru librada en 1580 entre el clan Takeda y el clan Hojo se encontró que de 105 cadáveres, 35 resultaron ser de mujeres y este resultado fue similar en otros dos sitios de excavación. Esto nos da una perspectiva del verdadero papel que desarrolló la Onna Bugeisha en el campo de batalla.